Estrenada en 1853 en La Fenice de Venecia, La traviata, de G. Verdi (1813-1901), está considerada como una de las óperas más interpretadas y conocidas del compositor italiano.
El preludio del primer acto representa, en sus primeros compases, un retrato musical de Violetta y su trágico final:
Se describen dos momentos importantes que aparecen en el segundo y tercer acto:
- Los primeros 16 compases citan el «tema de la agonía y la muerte» del personaje principal que se presenta en el Preludio del tercer acto
- Después de la introducción, el preludio cita el tema de Amami, Alfredo! que canta Violetta en el segundo acto:
Las dos citas del Preludio forman una estructura musical coherente tanto a nivel formal como por su estructura tonal-cadencial:
- Los primeros 16 compases tienen función de introducción con frases irregulares de 7 y 9 compases, textura predominantemente homofónica, intenso cromatismo melódico-armónico basado en el intervalo de segunda descendente (figura de suspiro) y tonalidades menores (si menor) o lejanas (do mayor, napolitana de si menor) que giran en torno a la dominante del tono principal de Mi mayor (Si menor, dominante menor de Mi Mayor)
- El tema de Amami, Alfredo!, en Mi mayor, se expone en forma de periodo binario (dos frases) de 16 compases. Las dos frases, de 8 compases, se exponen separadas por 4 compases con función de retransición. La segunda frase se alarga considerablemente con una ampliación interna que repite la segunda semifrase dos veces (retrasa la cadencia final) y una coda de 6 compases
En el siguiente vídeo se puede escuchar el preludio y observar la partitura con indicaciones sobre la forma, la estructura tonal-cadencial y los motivos más importantes:
Introducción (compases 1 a 16)
Los compases iniciales describen el intenso dolor y el dramatismo de la protagonista a través de los siguientes elementos musicales:
- cromatismo melódico y armónico,
- modo menor y modulación continua,
- el registro agudo,
- estructura tonal-cadencial abierta,
- frases y semifrases de duración irregular,
- silencios dramáticos
- y elementos melódicos que simbolizan dolor (la segunda menor descendente como figura de suspiro).
Ejemplo 1: Compases iniciales del preludio
De las melodías que forman una textura homofónica a 4 voces surgen 4 diseños melódicos diferentes pero estrechamente relacionados con el intervalo de segunda:
- Diseño melódico x (tres notas, la segunda forma una bordadura inferior por semitono)
- Diseño melódico y (inversión del diseño melódico x)
- Diseño melódico z (tricordo descendente que también aparece invertido en los compases 9 y 10)
- Figura de suspiro (segunda menor descendente)
A pesar de la irregularidad formal y la inestabilidad tonal se pueden distinguir en la introducción dos frases de 7 y 9 compases. Las dos frases se articulan en semifrases de 4+3 y 4+5 compases cada una que, por medio de los silencios, las cadencias y el cambio tonal, estructuran el descenso melódico de carácter dramático. Todo ello va definiendo, de modo gradual, la tonalidad principal de mi mayor y preparando la segunda cita de la ópera.
Tema de Amami, Alfredo!
El tema que se expone a partir del compás 18 presenta un contraste radical respecto a los 16 compases iniciales:
- Textura de melodía acompañada claramente definida
- Frases regulares de 8 compases con semifrases de 4 compases
- Melodía y tonalidad definidas por el uso de la repetición, la variación y las cadencias
- Los elementos que forman la textura están diferenciados y jerarquizados a través del ritmo, la articulación (legato en melódica, stacato en contrapunto y corcheas separadas por silencios en el acompañamiento), la instrumentación y el registro (melodía, patrón de acompañamiento, contrapunto, interpolaciones, enlaces melódicos, ampliaciones y coda)
- Armonía formada por los acordes con función de tónica y dominante al principio de cada frase
Ejemplo 2: principio del Tema del amor
Los diseños melódicos y motivos del preludio se basan en grupos formados por dos o tres notas que por derivación forman motivos más extensos unificando de este modo todo el entramado temático.
Ejemplo 3: Diseños melódicos y motivos
En el ejemplo anterior se muestran los diseños y motivos que aparecen al principio y al final de la introducción y en la frase principal. La relación entre ellos se basa en la combinación de diseños simples que tiene en común el intervalo de segunda y que combinados conforman elementos temáticos más extensos.
Resumen: Preludio formando por una frase de 8 compases que con su repetición se amplia a un modelo de 16 que a su vez está separado por una interpolación de 4 compases (retransición). El estereotipo formal básico de 16 compases es ampliado por un proceso cadencial extenso que repite los 4 compases últimos (semifrase consecuente) dos veces más (bar form). Este elemento formal principal viene introducido por 16 compases iniciales que sugieren gradualmente los elementos temáticos básicos en un proceso melódico-armónico descendente que genera un contraste a nivel de textura, tonalidad, registro y articulación.
A nivel tonal, el tono de Mi mayor unifica todo el preludio y su dominante sirve de base a la introducción. El contraste entre el lenguaje cromático y el diatónico, el modo menor y el modo mayor con la tonalidad dominante menor y la tónica mayor crean un lenguaje tonal rico en colores si romper la unidad mencionada. A todo esto se añade el carácter abierto de la introducción (semicadencias) y el carácter cerrado del final del preludio. El tema central representa un síntesis de los dos lenguajes que progresa hacia un proceso cadencial y una coda que separan el final del preludio del inicio de la primera escena.
A nivel temático destaca la unificación de todos los diseños melódicos en torno a grupos de dos o tres notas que tiene en común el intervalo de segunda. Estos diseños que surgen del primer compás se transforman y solidifican progresivamente en un tema concreto que se expone a partir de compás 18.
La textura de melodía acompañada domina la mayor parte del preludio enriquecida con gran cantidad de detalles: melodía en registro agudo y doblamientos triples en las cuerdas, contrapuntos con diferenciación rítmica y de articulación, interpolaciones con diseños contrastantes y una textura inicial homofónica que gradualmente va derivando en una melodía acompañada sencilla típica del romanticismo italiano.
A nivel orquestal llama la atención el uso de las cuerdas en registro agudo en divisi en la introducción y la economía de medios que evita el protagonismo de las maderas y suprime pasajes de metales y percusión (orquesta clásica con 4 trompas en estilo romántico).
El tratamiento tan original de las cuerdas de los primeros compases tiene relación con el preludio de Wagner de la Ópera Lohengrin estrenada por Franz Liszt en Weimar tres años antes (1850) con la división de los violines en 8 partes independientes formando la llamada técnica reticular de Wagner.
Ejemplo 3: Wagner. Preludio de Lohengrin
En el siguiente vídeo se puede escuchar el preludio de Wagner:
A modo de síntesis en el siguiente vídeo se indican todos los aspectos comentados, el cifrado de los acordes (interválico y americano) y los elementos temáticos más importantes:
Análisis: Tomás Gilabert